sábado, agosto 01, 2009

Silla (poema)

Antes de ser programador (durante mi adolescencia) era más artístico. Escribí algunos poemas que a veces leo y que guardo con mucho cariño. Hoy publicaré un poema o escrito que hice hace ya algún tiempo en una fugaz comunicación entre los 2 lados de mi cerebro.

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Silla

Una mañana desperté, y estaba muerto. Escupiendo gusanos por mi ojos, estaba sentado frente al monitor de siempre, con la manos sobre el teclado, con raíces brotando de mis uñas y encarnándose en el decadente espacio de la alfombra.
Muerto.
Con un pequeño resplandor en mi rostro, reflejo del ups aún prendido.
A lo lejos, todavía se escuchan los susurros sobrantes de cientos de reuniones sobre la mesa, de miles de discusiones infructuosas y banales. Hoy nada.
Solo yo,
Muerto.
Desvestido ya; más la ropa está aún planchada sobre mis piernas.
No recuerdo cuando me quedé dormido, no recuerdo cuando olvidé mi nombre, o el tuyo. Solo sé que paso… y que seguía sentado.
Una mancha de café sobre la mesa... y en el amarillo de mis dientes.
¿Cuándo comenzó a endurecerse mi rostro… y cuándo mis manos?
¿Cuándo empezó a confundirse el día y la noche… y cuándo dejo de importarme?
Todo pasa… Y el pasado se convierte en un pequeño resentimiento a la nostalgia, y en seguir allí. Absorbiendo la luz del monitor, dejando que mis ojos se carcoman. Y mi voz, cada ves mas callada y sola.
Sentado.
¿Cuántas veces tendré que morir para olvidar esto?
¿Cuántas veces volver a pensar lo mismo… y seguir tratando?
¿Cuantos silencios?… solo quedo yo, sentado, destruyéndome, viendo como mi deformado cuerpo se esconde tras mi mente… Y la luz del monitor! siempre allí, prendido, con su maldito calor quemándome, pegando mis articulaciones hasta el punto de no poder levantarme.
Sigo aquí sentado en esta silla cada vez mas grande, las ventanas cada vez mas chicas, el frió del aire, la Luz del monitor, las gigantescas paredes, el inalcanzable techo, las enormes sillas y mis delgadas y secas piernas que se enredan en sus patas llegando a la alfombra, arañándola, rasgándola, como queriendo enterrarse. Y los gusanos que se arrastran por mi cuerpo y me comen.
Y me seco, y me muero… Ya mi cuerpo no responde y no se levantarme. Solo seguir sentado. Me quedo quieto… y por momentos duermo. Abro los ojos y es igual, duermo otra vez. Seguir tratando. Solo puedo a veces respirar, las noche cada ves es mas larga, y el amanecer que no termina de llegar. Vuelvo a dormir, despierto. Miro el reloj y sigue igual. La misma luz enfrente, mis manos igual. Cada ves mas oscuro y mas silencio.
Me estoy quedando solo.
Como molestan estos malditos gusanos.. y la luz! No me deja dormir, ni respirar. Y este café que me mata, y el silencio. Y este sueño que no acaba, esta noche interminable. La incomodidad de mi silla,
y volver a dormir…


carcasco - 02 de Octubre del 2,001

1 comentario:

Sergio Castañeda Cerezo dijo...

No te conocía este aspecto de tu personalidad. Hay que seguir escribiendo. Bienvenido al club...